Preguntas frecuentes
La fibromialgia se trata de una enfermedad crónica caracterizada por la existencia de muchos síntomas juntos al mismo tiempo. El síntoma principal es el dolor generalizado de músculos, ligamentos y articulaciones pero también cansancio, importantes alteraciones del sueño, pérdida de concentración y memoria, ansiedad y tristeza, entre otros, que afecta mayoritariamente a mujeres.
Se han documentado casos de fibromialgia que inician tras ciertos eventos específicos, como una infección bacteriana o viral, un accidente automovilístico, un divorcio, o problemas familiares. En otros casos, la fibromialgia aparece después de que otra enfermedad conocida, como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso, deteriora la calidad de vida del paciente.
Estos factores desencadenantes no parecen ser la causa directa de la enfermedad, sino que probablemente la activan en personas que ya tienen una predisposición subyacente en la regulación de su respuesta a ciertos estímulos.
Aunque no se comprende completamente, es probable que una respuesta anormal a los factores de estrés juegue un papel significativo en el desarrollo de la fibromialgia.
Se han encontrado niveles bajos de algunas sustancias clave en la regulación del dolor (especialmente la serotonina) en el sistema nervioso de personas con fibromialgia.
El diagnóstico de fibromialgia, o síndrome fibromiálgico, se establece en pacientes que presentan dolor osteomuscular generalizado durante varios meses, una vez que se han descartado otras posibles causas.
Este dolor generalmente se acompaña de otros síntomas como fatiga, dolores de cabeza, y sequedad de mucosas.
Durante el examen físico, el médico detecta dolor al presionar ciertos puntos específicos del cuerpo. Si una persona con dolor generalizado muestra sensibilidad en más de 11 de los 18 puntos designados, se puede diagnosticar fibromialgia.
Otra característica es la tendencia a que la piel se enrojezca fácilmente cuando se presiona con la mano en cualquier parte del cuerpo.
Las pruebas de laboratorio y las radiografías suelen ser normales en esta enfermedad y se utilizan principalmente para descartar otras enfermedades que puedan estar asociadas con la fibromialgia.
Más información: https://inforeuma.com/como-se-diagnostica-la-fibromialgia-en-la-actualidad/
No existe un tratamiento universal para todos los pacientes con fibromialgia; el tratamiento debe adaptarse a cada individuo según sus características específicas. El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas asociados con la enfermedad (como el dolor osteomuscular y la fatiga) mientras se minimizan los efectos secundarios de los medicamentos, que son comunes en los pacientes con fibromialgia.
Es importante evitar los factores que agravan los síntomas, ajustando los hábitos y estilos de vida a las limitaciones impuestas por el dolor y la fatiga. Es beneficioso promover un cambio de mentalidad tanto en el paciente como en su entorno, creando un ambiente familiar relajado y libre de demandas constantes.
Entre todas las medidas empleadas en el tratamiento de la fibromialgia, el ejercicio físico y el fortalecimiento muscular son, sin duda, los más efectivos. Masajes, ejercicios de estiramiento muscular, aplicación de calor local y ciertos tipos de electroterapia («corrientes») pueden proporcionar alivio secundario.
Las inyecciones locales de puntos dolorosos con anestésicos locales, especialmente cuando se combinan con masajes locales, son muy útiles para aliviar dolores intensos y localizados.
Los analgésicos pueden proporcionar alivio temporal. Existe un grupo de medicamentos que, entre otros mecanismos, aumentan los niveles de serotonina y mejoran los síntomas en muchos pacientes.
En casos donde el tratamiento farmacológico no es efectivo, las perfusiones intravenosas de lidocaína (un anestésico local) pueden ser eficaces. Pero para ello, es importante hablar con su médico y contarle los síntomas que está teniendo.
Si sospechas que puedes tener fibromialgia, es importante reconocer los síntomas más comunes y comprender el proceso de diagnóstico.
1. Reconoce los síntomas:
La fibromialgia se caracteriza por una serie de síntomas que pueden variar en intensidad y duración. Los síntomas más comunes incluyen:
– Dolor Generalizado: Dolor persistente y generalizado en músculos y huesos, que dura al menos tres meses.
– Fatiga extrema: Sentirse constantemente cansado, incluso después de dormir o descansar.
– Problemas de Sueño: Dificultad para dormir o despertarse con frecuencia durante la noche.
– Rigidez Matutina: Sensación de rigidez en el cuerpo al despertarse.
– Dolores de Cabeza: Frecuentes dolores de cabeza o migrañas.
– Dificultades Cognitivas: Problemas de memoria y concentración, a menudo llamados «fibroniebla».
– Síntomas Digestivos: Problemas gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable.
2. Evalúa Tus Síntomas:
Lleva un registro de tus síntomas, anotando su frecuencia, intensidad y duración. Esto puede ayudar a tu médico a comprender mejor tu situación.
3. Consulta a un Profesional de la Salud:
Es crucial acudir a un médico para un diagnóstico preciso. El diagnóstico de fibromialgia generalmente se realiza a través de:
– Historia Clínica: Tu médico te preguntará sobre tus síntomas, historial médico y cualquier otro problema de salud que puedas tener.
– Examen Físico: El médico puede realizar un examen físico para identificar puntos dolorosos específicos en el cuerpo.
– Exclusión de Otras Enfermedades: Se pueden realizar pruebas de laboratorio y radiografías para descartar otras condiciones que puedan causar síntomas similares, como la artritis reumatoide o el lupus.
4. Diagnóstico:
El diagnóstico de fibromialgia se basa en la presencia de dolor generalizado en todo el cuerpo durante al menos tres meses y la identificación de puntos sensibles específicos. No existe una prueba única para la fibromialgia; el diagnóstico se realiza en gran medida mediante la exclusión de otras enfermedades y la evaluación de los síntomas. Quien puede diagnosticarte es el/la reumatólogo/a.
5. Considera Buscar una Segunda Opinión:
Si no estás seguro del diagnóstico o si tus síntomas no mejoran con el tratamiento inicial, considera buscar una segunda opinión de un especialista, como un reumatólogo.
La fibromialgia es una condición compleja que puede ser difícil de diagnosticar. Si experimentas síntomas que coinciden con los descritos anteriormente, es fundamental consultar a un médico para una evaluación detallada. Un diagnóstico preciso es el primer paso para recibir el tratamiento adecuado y mejorar tu calidad de vida.
Los llamados puntos de dolor, también conocidos como puntos gatillo, tienden a ser simétricos en el cuerpo y tienen aproximadamente el tamaño de una moneda de céntimo. Se encuentran tanto por encima como por debajo de la cintura, en áreas como el cuello, el pecho, los hombros, las caderas y las rodillas.
Estos puntos gatillo son muy sensibles al dolor cuando se les aplica presión. Aunque se localizan alrededor de las articulaciones, afectan principalmente a los tejidos blandos del cuerpo, como los músculos. Algunos de los 18 puntos de dolor incluyen:
- Parte delantera inferior del cuello
- Parte superior del pecho
- Parte interna de los codos
- Justo por encima de la parte interna de las rodillas
- Parte posterior de la cabeza
- Parte superior de los hombros
- Parte superior de la espalda (entre los omóplatos)
- Parte superior de las nalgas
- Caderas
Es importante señalar que los puntos gatillo no son las únicas áreas donde se puede sentir dolor debido a la fibromialgia; también pueden presentarse síntomas de fatiga muscular general y dolor crónico generalizado.
No existe una cura para la fibromialgia, por lo que el tratamiento está orientado a mejorar los síntomas. Es probable que su plan de tratamiento incluya una combinación de:
- Terapia cognitivo-conductual, que puede ayudar a modificar su percepción del dolor.
- Medicamentos para aliviar el dolor y mejorar la calidad del sueño.
- Terapias como la acupuntura, los masajes y la hipnosis. Es recomendable que consulte con su médico para determinar cuáles son las mejores opciones para usted antes de iniciar estas terapias.
- Ejercicio físico y otras terapias de movimiento, como el yoga o el tai chi.
Para más información: https://www.niams.nih.gov/es/informacion-de-salud/fibromialgia/basics/diagnosis-treatment-and-steps-to-take#:~:text=%C2%BFC%C3%B3mo%20se%20trata%20la%20fibromialgia,de%20pensar%20sobre%20el%20dolor.
Es importante que sepas que no vivimos aislados, todo lo que nos rodea influye en nosotros. Aceptando esto, podremos aceptar que lo mismo ocurre con un acontecimiento como es el diagnóstico de fibromialgia. Como ya sabrás, en tu caso te enfrentas a un problema crónico, con diferentes síntomas y cierto impacto social y familiar. Debemos tener presente que esta nueva situación va a ser difícil para todos, para ti recién diagnosticado/a y también para tu familia, pareja, amistades, etc. Por ello, es importante manejar nuestras relaciones en este nuevo contexto, y será más fácil que los demás también aprendan contigo.
Lo que funciona siempre es la comunicación y el refuerzo social, con este nos referimos a la relación que se establece entre nuestras conductas y sus consecuencias sociales.
Una vez recibido el diagnóstico es importante que tu familia, pareja o amigos sepan cómo pueden ayudarte a mantener un estilo de vida lo más funcional y activo posible.
“Cualquier cambio empieza desde uno mismo”.
Respecto al área del trabajo, te recomendamos hablar todo muy claro sobre tus síntomas, sus efectos y los tratamientos que sigues. Es verdad que al principio resulta difícil la comunicación cuando no podemos dar una explicación muy clara del origen de lo que nos pasa y hace sufrir, o cuando no podemos explicar por qué un tratamiento no nos cura y solo alivia. La incertidumbre que nos provoca también la provoca en nuestro entorno, por lo que para que esta incertidumbre y miedo no domine nuestro día a día, es necesario mantenerse informado.
Respecto a tu vida familiar, es imprescindible mantenerse activo/a siempre dentro del marco de los límites de tu cuerpo. Tú y tu entorno podréis aprender a no castigar o a no ignorar los esfuerzos de unos y otros. Los tuyos por mantenerte activo o activa y los suyos por apoyarte en esto.
Para más información consulta esta guía en fibromialgia: https://inforeuma.com/wp-content/uploads/2015/09/debut.pdf